La minería en México como en todo el mundo es una actividad que requiere de largos períodos de tiempo y grandes inversiones. La actividad minera lejos de ser una simple acción de excavar pozos (como muchos piensan), es un proceso mucho más detallado, cuidadoso y que requiere de importantes investigaciones antes, durante y después.
Tal como lo describe la Cámara Minera de México, de cada mil indicios de mineralización, solo 100 de ellos son susceptibles a ser prospectos de minas pero, son 10 los que llegan a ser explorados (investigados); sin embargo, de esos mil indicios de mineralización detectados sólo 1 llega a convertirse en una mina.
Quizás se tenga la creencia de que la minería ocupa gran espacio a tal grado de absorber la mayor parte del territorio mexicano, una opinión de lo menos acertada ya que la superficie que ocupan las minas en producción (instalaciones, tajos y plantas) es menor al 0.10% del territorio nacional y cada una de ellas cumple con una amplia normatividad.
Otros datos que son importantes a destacar se encuentran relacionados con los mitos que rondan al sector minero. Se tiene la idea de que las empresas mineras son dueñas del lugar en el que se encuentran sus operaciones, sin embargo, existe un permiso (concesión) que otorga la Secretaría de Economía que permite que las empresas mexicanas exploren determinadas áreas de la República Mexicana (en caso de detectar un yacimiento).
Cabe mencionar que contar con una concesión minera no significa que se tenga propiedad o derecho sobre el terreno, antes bien se tiene que obtener el consentimiento de quien posea las tierras para poder proceder con la exploración (acceder a las tierras).
Lo mismo sucede con los demás recursos naturales que se utilizan durante la actividad minera.
Según la Comisión Nacional del Agua, la minería consume sólo el 0.9% del agua nacional, al contrario que industrias como la agricultura donde se utiliza el 77% del agua, para obtener una onza de plata son necesarios 115 litros de agua, mientras que para elaborar una camiseta de algodón son requeridos 2 mil 700 litros de agua.
El agua utilizada por el sector minero es menor al 0.5% del agua nacional y el 55% del agua que se usa para el proceso minero corresponde a agua recirculada (reutilizada).
Así como existen diversas empresas mineras en México, hay también proyectos especializados para reutilizar el agua:
- A nivel municipal se destina un total de 6.44 millones de metros cúbicos en aguas residuales.
- El agua recirculada en las empresas de jales alcanza los 330.65 millones de m3.
- En México suman ya 70 plantas de tratamiento instaladas a partir de la eficiencia operativa y para beneficio de las comunidades.
En lo que respecta al consumo de energía, durante el año 2019 se registró un consumo responsable de energía eléctrica. 23 de las unidades mineras situadas en México producen y consumen energías renovables.
El 10% del consumo de energía eléctrica que se utiliza en el sector minero proviene de fuentes limpias (sol, viento, agua).
Como parte de la responsabilidad de las empresas mineras con el país, 38 compañías cuentan con el certificado de Industria Limpia que otorga la PROFEPA.
De las empresas que hay en México, tres de ellas cuentan con el distintivo de Excelencia Ambiental.
Además, existen en el país 3 grupos mineros que forman parte del índice Verde de la Bolsa Mexicana de Valores (este índice mide el desempeño de las empresas en México que demuestran sólidas prácticas sustentables).
La lixiviación con cianuro es una técnica metalúrgica utilizada para la eficaz extracción de oro; por lo que en México existen 7 operaciones mineras con certificados del Código Internacional para el Manejo del Cianuro.
La minería en México es un elemento clave para el crecimiento económico de la nación, para generar más empleos y múltiples beneficios a las comunidades.
Fuentes: Camimex