La minera mexicana vive una transformación profunda gracias a la incorporación de tecnología de vanguardia y sistemas digitales que están revolucionando la forma en que se extraen los recursos del subsuelo. Hoy, muchas de sus operaciones se realizan de forma autónoma o por control remoto, lo que ha permitido reducir riesgos laborales y mejorar la seguridad tanto para sus trabajadores como para las comunidades aledañas.
La Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México (AIMMGM) ha señalado que, aunque la minería sigue implicando factores de riesgo, todos ellos pueden ser gestionados de forma eficaz con ayuda de la capacitación constante y la implementación de herramientas tecnológicas.
Seguridad y salud, el corazón de la minera mexicana
En la industria minera, la seguridad ocupacional no es una opción, es una prioridad. Gracias a una sólida cultura de prevención, la tasa de incidentes ha disminuido notablemente. Según datos de la Camimex, en 2023 las empresas afiliadas reportaron una tasa de 1.33 accidentes por cada 100 trabajadores, muy por debajo del promedio nacional de 1.83 reportado por el IMSS.
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En ese mismo año, se destinaron más de 6 mil millones de pesos en programas de seguridad y salud ocupacional, incluyendo ventilación para minas subterráneas y equipo de protección personal.
Generadora de empleo y motor de desarrollo
La minera mexicana emplea directamente a más de 417 mil personas, de las cuales casi 75 mil son mujeres, lo que representa un avance significativo hacia una industria más diversa e inclusiva.
En estados como Durango, donde el sector tiene una fuerte presencia, se registran más de 22 mil empleos directos, con una participación femenina cercana al 10%. Además, se estima que se generan entre 40 y 50 mil empleos indirectos en la región, lo que convierte a la minería en un motor económico clave para muchas comunidades.
Más allá del metal: compromiso con las personas
El mayor valor de la minera mexicana está en su gente. Con cada inversión en tecnología, capacitación y seguridad, la industria no solo moderniza sus procesos, sino que fortalece su compromiso con el bienestar de sus trabajadores y con el desarrollo sustentable de México.